D.E.P. querido Juan Urrios. Con este breve post, deseo hacerte un homenaje póstumo. Hola muchos de los seguidores de mi blog también le conocíais personalmente o a través de las redes sociales. Era alguien muy querido y un gran profesional.

Septiembre 2014

Juan Urrios y Susana Rodríguez Madrid 2014

El pasado 28 de diciembre de 2015 hemos sufrido la GRAN PÉRDIDA de nuestro leal y cariñoso amigo Juan Urrios. Juan ha sabido exprimir el jugo de la vida como pocas personas logran hacerlo. Ha sido médico, piloto y estos últimos años su insaciable ganas de aprender y de reinventarse, y su pasión por las redes sociales, le llevo a convertirse en un gran community manager. Lector incansable, su gran carácter y afianzada personalidad era reflejada en cada una de sus palabras escritas… todas las mañanas nos alegraba el inicio del día con una buena fotografía y un comentario positivo en Facebook, sus comentarios ácidos sobre la política y la falta de sentido común que mostraban muchas de las noticias, no tenían desperdicio nunca. Yo siempre le decía que desde que hace años que dejé de ver la televisión (por mi propia prescripción para mi higiene y salud mental), Juan pasó a ser mi vocero. Cuando quería enterarme de lo que estaba pasando, solo tenía que ir a su muro y leer sus palabras locuaces cargadas de sabiduría.

Juan Urrios y Susana Rodríguez Madrid 2015

Juan Urrios y Susana Rodríguez Madrid 2015

Juan, has sido un gran amigo, de esos que se encuentran muy pocos en la vida. Hemos compartido grandes momentos juntos personales y laborales. Tu cara llena de felicidad cuando cogiste a Puppy (uno de nuestros cachorritos) para llevárselo a tus hijos y darles la sorpresa, es una imagen que no tiene precio en mis recuerdos. Aunque hemos trabajado duro, siempre nos hemos reído muchísimo (como el día de esta foto que hoy he querido volver a compartir y que me hace tener un nudo en la garganta y muchas lágrimas mientras te escribo estas últimas palabras). Me has enseñado grandes lecciones de vida. Has demostrado que la amistad no tiene que ver con la edad ni con las opiniones. Siempre me has dicho a la cara lo que creías que no estaba haciendo bien o que debía mejorar (algo que te honra porque muy pocas personas tienen la valentía y agallas de decirle eso a sus amigos). Me has apoyado siempre y sin esperar nada a cambio. Sé que habrías disfrutado mucho de ver publicado mi primer libro, tal y como me habías instado a escribir en multitud de ocasiones.

Hemos disfrutado de largas y profundas conversaciones sobre el pasado, sobre las esperanzas y pasiones, sobre nuevos proyectos y sueños y, en general, sobre la vida. Sé que creías firmemente que era mejor morir joven pero disfrutando de la vida que morir de viejo pero amargado por no poder disfrutar de algunos de los placeres de la vida. La enfermedad y los dolores que has sufrido los últimos meses y seguir sin perder la sonrisa nunca, han demostrado una vez más de qué pasta estabas hecho.

Tus hijos y tu mujer pueden estar verdaderamente orgullosos de haber tenido un padre y un marido digno de ejemplo como tú. Mi más sentido pésame para toda la familia. Vuestro dolor es nuestro dolor.

Querido Juan Urrios, quiero dedicarte este bonito verso del maestro Miguel Hernández porque sé que era tu filosofía de vida… al igual que tú, yo también quiero morir, viviendo…

Quiero morir riendo ojos,
no quiero morirme serio;
y que me den tierra pronto…
pero no de cementerio.
No quiero morir -dormir-
no quiero dormir muriendo
en un estéril jardín…
¡Yo quiero morir viviendo!
Quiero dormir…¿Dónde?…Sea
donde lo quiera el Destino:
en un surco de barbecho,
a la vera de un camino…
En una selva ignorada,
o a la orilla de un riachuelo
de estos tan claros, que están
venga a robar cielo al cielo.
Que cuando mi carne sea
nada en polvo, broten flores
de ella, donde caiga escarcha
y escarcha de ruiseñores.
Que resbale por mi cuerpo
la corriente cristalina
y ladronzuela, sacándole
alguna nota argentina.
Que escuche mi oído armónico,
en cuanto el día se vuelva
ascua, la armonía virgen
del virgen Pan de la selva.
Que nazcan espigas fáciles
con luminosas aristas
de mi pecho, que ama el arte,
para recreo de artistas…
No quiero morir -dormir-,
no quiero dormir muriendo
en sagrada tierra estéril…
¡Yo quiero morir viviendo!

Hoy, querido Juan, te dedico estas palabras porque sé que tú, más que nadie que conozco, has podido «morir viviendo». Te echo mucho de menos. Estoy segura de que nos volveremos a ver y seguiremos disfrutando de nuestra amistad. Descansa en paz.

© Copyright 2016 Susana Rodríguez

*Puedes publicar mis artículos si incluyes mi nombre con un enlace activo hacia mi web y la siguiente información: «Susana Rodríguez es Abogada experta en Marketing Multinivel, Escritora del Libro Inédito de Multinivel y Desarrollo Personal, Business & Life Mentor, Blogger, Fundadora de Mentoring Energético®, Fundadora de The Liberty Change y te apoya con herramientas para potenciar tus talentos y tu potencial. Visita ahora https://susanarodriguez.net para conocer más recursos gratuitos”

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