Hoy, martes 9 de septiembre, estamos disfrutando de la Superluna. La Superluna es la luna llena más grande del año, hasta un 30% más brillante y 14% más grande de lo habitual.
El término Superluna se usa para describir las fases lunares cuando la luna se encuentra con órbita de máximo acercamiento a la tierra (perigeo).
Este acercamiento ha ocurrido en la madrugada de este 9 de septiembre a las 1.38 GMT (3.38 horas en España peninsular). Suelen darse de 3 a 5 superlunas en un año, de las 12 o 13 posibles.
En esta imagen se observa a la izquierda la luna en el perigeo, es decir, el punto más cercano y a la derecha el apogeo lunar, es decir, el más lejano. (Imagen: Fourmilab).
Tengo que confesar que esta noche cuando he observado la Superluna me he quedado embelesada por su influjo. Es un poder tan magnético que invita a meditar, a pensar, a reflexionar sobre las cosas importantes de la vida.
Desde tiempos inmemoriales la Humanidad ha vivido bajo la influencia de la Luna. De hecho, los estados anímicos, hormonales e incluso los estados de excitación están bajo el influjo de la Luna. La alteración en el estado emocional con el influjo de la Luna tiene su explicación científica en los iones positivos con los que se carga la atmósfera, cuando la Luna está cerca de la Tierra, como es el caso de esta noche (Luna llena). Esta carga positiva provoca alteraciones en los sistemas respiratorios, nerviosos y hormonales de nuestro organismo.
Parece que la Luna tiene un poder «mágico» y es por su poder magnético, que al igual que afecta a las mareas, también afecta a nuestro organismo que está compuesto por un 70% de líquido.
Esta noche, bajo el influjo de la Superluna, es una noche perfecta para estar bis a bis con tus propios pensamientos, para reflexionar en lo que sientes, para meditar sobre si lo que estás haciendo hoy te está acercando al lugar al que te gustaría llegar mañana…
No hay trabajo más difícil que pensar y no hay tarea más dura que ponerse frente a frente con tus propios pensamientos o sentimientos.
Esta noche es una noche perfecta para pensar en aquella persona a la que quieres, que hace que se te remueva todo por dentro cuando escuchas su voz, que vuelve a provocar mariposas en tu estómago aunque pase el tiempo, que tiene una mirada que te embelesa y una sonrisa que te enloquece, que te hace sonreír aún en los momentos más difíciles, que entiende y comprende todos tus silencios, aquella persona especial en la que confías como nunca habías confiado, y que sabes que, pase lo que pase, siempre estará a tu lado, tal y como siempre estará el influjo de la Luna en tu organismo, en las mareas o en el clima.
Si tienes a alguien así en tu vida, esta noche es la perfecta para que se lo hagas saber, o se lo recuerdes una vez más.
Si todavía no la tienes, puede ser una noche perfecta para que describas mentalmente o por escrito a esa persona que te haga vibrar, y después analiza si tú eres esa clase de persona. Recuerda que siempre atraerás lo que eres.
Un refrán dice «la Luna y el amor cuando no crecen, menguan». Solo depende de ti mantener un amor de «superluna». Yo dedico este breve post a esa persona especial en mi vida que cada día me apoya, me hace sonreír, me hace vibrar, me hace sentir especial, con quien comparto mis ilusiones, anhelos, sueños, secretos y mi vida.
Feliz noche a tod@s l@s trasnochador@s que están bajo el influjo de esta bella Superluna.
Una noche especial para suplicar que no salga todavía el Sol…
© Copyright 2012-2016 Susana Rodríguez
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